Este blog trata sobre la mítica saga de assassin's creed y sobre toda la actualidad de assassin´s creed revelations. Así pues, si queréis estar informados sobre todo lo que pasa en el mundo de los assassin's, este es vuestro blog.
Altair Ibn-La'Ahad es el personaje principal de Assassin's Creed. Comienza siendo un asesino y más tarde se convierte en el gran maestre de la Orden de los Asesinos. Altaïr es el ancestro de Desmond Miles.
Su nombre (Altair), significa ave de rapiña (águila que vuela) y su apellido (Ibn-La'Ahad), hijo de nadie.
Hijo de padre musulmán y madre cristiana (ambos asesinos). Fue criado y entrenado desde su nacimiento para ser un asesino bajo el mandato de Al-Mualim. Sus habilidades crecían rápidamente y empezó a destacar entre los demás asesinos, así obtuvo el rango de Maestro Asesino a los 25 años de edad. Sin embargo, tras fracasar en la misión de encontrar el Fruto del Edén en el Templo de Salomón y atraer a Roberto de Sable y su ejército a Masyaf (cuartel general de la Orden de los Asesinos), fue degradado a la categoría de novicio.
Durante el año 1190 la Tercera Cruzada está amenazando Tierra Santa. En esos tiempos Altair ya había alcanzado el rango de Maestro Asesino. Cuando Altair vuelve de una dura jornada se encuentra a los templarios atacando la ciudad de Alepo buscando a un hombre con información vital para la Orden de los Asesinos, el cual fallece en el ataque. Tras el ataque, Al-Mualim encomienda una tarea a Altair en la que debe buscar un antiguo artefacto llamado el Cálice (más conocido como el Santo Grial) que está en posesión de los templarios. Ese Cálice tiene el poder de hacer que Tierra Santa se una bajo una sola bandera y los asesinos creen que en manos de los templarios es muy peligroso.
Empieza su misión en Damasco donde Tamir le cuenta que el Cálice se encuentra en el Templo de la Arena, pero necesita tres llaves para entrar. Tras encontrar las tres llaves se va al Templo de la Arena donde se encuentra con Basilisk, líder de los Caballeros Templarios, quien le cuenta que en realidad el Cálice es una mujer.
Tras descubrir que la mujer se encuentra en Jerusalén, va en su busca y la rescata de los templarios. Esa mujer es Adha, a quien ya conoció en un evento anterior a la historia del juego. Adha le cuenta que los Templarios pagaron a Harash (Guardián de la Orden de los Asesinos y segundo líder tras Al-Mualim) para comprar la Orden. Altair planea atacar Alepo para así asesinar a Harash. Tras el asesinato huye con Adha, pero es capturada por Basilisk y llevada a Tiro. Allí, Altair acaba con Basilisk en su barco, pero Adha se encuentra en otro barco que a Altair no le dió tiempo a alcanzar.
La primera memoria que Desmond Miles experimenta es la de Altair, junto con otro asesino llamado Malik A-Sayf y su hermano pequeño Kadar, a quienes se les encomienda traer un misterioso artefacto de las ruinas del Templo de Salomón en Jerusalén, que también es buscado por los Caballeros Templarios.
Dentro de él, descubren que el Gran Maestro de los Caballeros Templarios(Roberto de Sable), también se encuentra allí. Altair intenta asesinarlo, pero falla en el intento y es separado de sus compañeros, abandonando a Malik y Kadar en manos de Roberto y sus hombres.
Tras regresar a Masyaf, se descubre que Malik ha sobrevivido a la escaramuza, no sin perder el brazo, pero su hermano Kadar ha muerto a manos de los templarios; pese a todo, recupera el artefacto. Como Altair falló su misión, y por poner en riesgo la Orden, va a ser castigado por Al-Mualim, jefe de la Orden de los Asesinos.
Pero antes de que Al-Mualim castigue a Altair los templarios se presentan en Masyaf, reclamando el artefacto. Mientras Al-Mualim discute con Roberto, Altair aprovecha para activar una trampa y echar a los templarios de la zona. Una vez pasado el peligro, Al-Mualim prosigue con el castigo a Altair por haber roto las tres reglas: no matar inocentes, ocultarse de la vista y no comprometer a la Hermandad. El castigo es la muerte. Al-Mualim le clava un cuchillo en el costado a Altair y este cae al instante.
Cuando Altair despierta se sorprende por seguir vivo, pero Al-Mualim le explica que un asesino con sus habilidades muerto sería un total desperdicio y en vez de eso solo lo degrada al nivel de novicio por sus faltas. Pero Al-Mualim le da a Altair la oportunidad de redimir su error y conseguir nuevamente su rango y artefactos; consistía en la misión de acabar con la vida de nueve hombres.
Cada vez que mataba a un objetivo, su cabeza se llenaba de dudas por si lo que hacía estaba bien. Los objetivos siempre decían que las cosas que hacía estaban bien. Las dudas se las preguntaba a Al-Mualim, quien siempre le respondía. Pero Altair empieza a sospechar al ir relacionando los motivos por los cuales sus asesinatos le fueron encomendados, descubriendo que todos los asesinados pertenecían a la Orden del Templo o eran simpatizantes.
El último objetivo se trata de Roberto de Sable, a quien Altair vence en la batalla de Arsuf en presencia del Rey Ricardo I de Inglaterra. Antes de morir, le explica que los nueve hombres que asesinó, aparte de ser templarios, también conocían la existencia del artefacto: el "Fruto del Edén". Al-Mualim también pertenecía al grupo y los traicionó a todos. Ahora sólo Al-Mualim conoce la existencia del artefacto.
Altair regresa a Masyaf en busca de respuestas, pero lo que se encuentra es a una población hechizada por el poder del Fruto. Incluso otros asesinos atacan a Altair, quien es salvado por Malik y sus hombres.
Con el camino libre, se dirige a ver a Al-Mualim, el cual esta usando el poder del Fruto. Al Mualim decide enfrentarlo, ya que no puede hechizarlo como a lo demás. Los dos se enfrentan, posteriormente gana Altaïr. Al Mualim no se lo cree, ya que el maestro nunca puede perder contra el aprendiz. Visto lo peligroso que es el Fruto, Altair intenta acabar con él, pero, finalmente no puede. De repente aparece un mapa del Fruto marcando la localización de todos los artefactos similares al Fruto en el mundo. Malik y sus hombres llegan y se preguntan que es eso.
Tras la muerte de Al-Mualim, Altair se convirtió en el Gran Maestro de la Orden de los Asesinos. Deseando contar las experiencias de su vida comienza a escribir el Códice. Pero los problemas no se habían acabado, los templarios aún seguían siendo un peligro. Huyendo a Chipre, bajo el liderazgo de Armand Bouchart, los templarios habían asegurado Acre para su huida. Pasado un mes después de derrotar a Roberto de Sable, Altair, liderando el ataque a la ciudad, salva a la misma mujer que sirvió como trampa durante el asesinato de Roberto de Sable: María Thorpe, fue abandonada por Bouchart. La extemplaria se une a Altair, y viendo los resultados de las acciones de los templarios, se convence de que ese camino es injusto.
Altair viajó a Chipre, donde libró esas tierras de Bouchart y sus seguidores, quien previamente intentó guardar el Fruto del Edén en los archivos de Limassol, pero finalmente lo lleva consigo observando todos los conocimientos que guarda en su interior y escribiendo la mayoría en el Códice: nuevas técnicas de lucha, tecnologías y referencias a aquellos que vinieron antes.
En algún momento Altair y María, tuvieron dos hijos, a quienes entrenaron para ser asesinos. Con la llegada de Genghis Khan desde el Este, Altair sospecha que éste posee una de las Piezas del Fruto del Edén, y la familia entera viaja hacia el Este para encontrarlo.
Legado
Sus descubrimientos en el Fruto del Edén le llevaron a crear un cambio en la manera de trabajar de la Orden de
Altair contemplando el Fruto de Edén los Asesinos. Junto a esos descubrimientos intelectuales, el Fruto le enseñó a mejorar el mecanismo de la hoja oculta, a crear un arma de fuego y una casi indestructible armadura, entre otros avances tecnológicos.
En 1296, el Códice de Altair cayó en manos de Marco Polo, quien lo había encontrado en Kublai Khan. Los templarios, teniendo conocimiento del Códice, contrató a un grupo de piratas para arrebatarlo de manos del asesino Dante Alighieri, quien lo estaba llevando de Venecia a España; iba escoltado por un aprendiz, llamado Domenico (descendiente de Altair y tatarabuelo de Ezio) y acababa de enterarse de su herencia. Cuando los piratas atacaron, Domenico arrancó las páginas del Códice y las escondió en distintos cofres que llevaba en el barco. Dante y su esposa murieron.
Domenico y su hijo adoptaron el apellido Auditore y fundaron la Villa Auditore en Monteriggioni, donde también construyeron el Santuario, en cuyo interior se encontraban la armadura y armas de Altair, que pasaron a través de sus descendientes hasta llegar a Ezio, y dedicaron sus vidas a acabar con aquellos que mataron a su mentor (Dante).
Siglos más tarde (s. XXI), la compañía farmacéutica (Industrias Abstergo) secuestra a un hombre llamado Desmond Miles, el último descendiente de Altair, para leer sus recuerdos con el Ánimus bajo la supervisión del Dr. Warren Vidic y su ayudante Lucy Stillman para buscar una memoria específica sobre la Pieza del Edén para el proyecto de los templarios conocido como la nuevo orden mundial.
Altair fue criado entre los muros de la fortelaza de los asesinos de Masyaf. Posee unas habilidades increíbles que le permitieron escalar puestos rápidamente hasta llegar a ser Maestro Asesino. Es una persona fría y objetiva, dedicándose de lleno a la causa de la Orden.
Tiene una naturaleza rebelde, era impetuoso, con exceso de confianza, exigente, arrogante, egoísta e impaciente. Tras el fracaso en el Templo de Salomón, fue degradado a novicio y se le encomendó nueve objetivos que asesinar. Altaïr empezó a escuchar con atención las palabras finales de sus víctimas, sus revelaciones y justificaciones de sus actos. Según progresaba en su misión su actitud empezó a cambiar. Al final del conflicto, toda su naturaleza temeraria y rebelde estaba bajo control y se convirtió en alguien centrado, en acción, humilde, paciente y sabio.
Altair es uno de los asesinos más respetados y temidos de la Orden, sólo superado por Al-Mualim. Inteligente y dedicado, sus estudios y su determinación por garantizar la paz en todas las cosas, se asuguró de que la Orden luchase por sobrevivir ya que entendió que la nuevo orden mundial no tenía lugar para las acciones de los asesinos.
Aún a pesar de su naturaleza fría, se sabe de dos amores de Altair: Adha, quien desafortunadamente murió, y María Thorpe, compañera y madre de sus dos hijos.
Altair era un Maestro Asesino e instructor de lucha, con una asombrosa capacidad para las acrobacias, experto en ser silencioso y completa aplicación de las artes del asesinato.
Con una amplia formación, fue capaz de superar cualquier obstáculo, humano o terrenal. Era capaz de llegar a cualquier lado, subir la torre más alta y saltar desde lo más alto sin ningún miedo. Al igual que los demás asesinos, también fue entrenado en las técnicas del asesinato sigiloso, combate cuerpo a cuerpo y combate con armas, lanzamiento de cuchillos, escalada, acrobacias urbanas, espionaje, interrogatorios y robos que pueden ayudarle a completar sus misiones. Además de la destreza física, también posee grandes conocimientos sobre la política de Tierra Santa y la religión, lo que le ayuda a combatir a sus oponentes.
Como un miembro de alto rango en la Orden de los Asesinos, Altair poseía un arsenal de armas a su disposición, compuesto por una espada larga, otra corta, cuchillos para lanzar y una hoja oculta. También poseía la habilidad visión de águila (una especie de sexto sentido; sentimiento, intuición y el instinto que le permitía ver las verdaderas intenciones de la gente), aunque esta habilidad era muy rara entre los asesinos. En la pantalla de visualización del Animus, esta sensación se basa en el color.
El traje de Altair puede ser desbloqueado en Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, al igual que en Prince of Persia (2008)
Observando las páginas del Códice, se puede ver que Altair era un artista, ya que acompañaba sus artículos con dibujos como las mejoras de la hoja oculta, manuales para técnicas de asesinato, algunos mapas e incluso un croquis detallado con flores hechas a mano de su amante, María Thorpe
El traje de Altair posee varios aspectos que recuerdan a un águila, como el pico de su capucha. Así mismo, cuando Altaïr se lanza al aire desde una atalaya, la sombra que se refleja en el suelo parece el de un águila.
En Assasins Creed II, sale en un sueño de Desmond donde va a una torre a encontrarse con María.
En Assasins Creed La Hermandad, es referenciado por Desmond cuando se acerca a su estatua en Monterrigioni y dice: "¡Eh!, que pasa hermano Altair" en un tono arábico, por lo que es reprendido por Rebecca y empieza una discusión de grupo, cortada por Shaun.
El rostro de Desmond es más parecido al de Altair que al de Ezio.
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