martes, 8 de noviembre de 2011


ACR Altair Render2.pngAltaïr Ibn-La'Ahad (1165 – 1257) fue un miembro de la Orden de los Asesinos de Siria durante la Tercera Cruzada, y el Gran Maestro de los Asesinos desde 1191 hasta su muerte en 1257.
Entrenado desde su nacimiento en Masyaf y Alep, Altaïr consiguió el rango de Maestro Asesino con veinticinco años después de rescatar a su maestro, Al Mualim. En 1190, Altaïr combatió a los Templarios por toda Tierra Santa, y buscó el cáliz para que la cruzada terminase con la unión de los cruzados y sarracenos. Durante su búsqueda, Altaïr encontró las tres llaves del Templo de las Arenas en Damasco, Tyre y Jerusalén; con las llaves, el Asesino entró en el templo sólo para enterarse de que el cáliz era una mujer llamada Adha. Durante el resto de su búsqueda por el cáliz, Altaïr ayudó a los sarracenos en el asedio de Acre, mató a un traidor a los Asesinos llamado Harash, y asesinó al Gran Maestro de los Caballeros Templarios Lord Basilisk, pero el cáliz no lo llegó a conseguir.
En julio de 1191, Al Mualim envió a Altaïr al Templo de Salomón, con el objetivo de interceptar la Manzana del Edén. Acompañado de Malik y Kadar Al-Sayf, Altaïr rompió con el Credo del Asesino pese a las advertencias de sus dos compañeros, y la misión falló debido a la intromisión del nuevo Gran Maestro Templario Roberto de Sable. Después de repeler un ataque de los Templarios en Masyaf, Altaïr fue degradado al rango de novicio por la muerte de Kadar y la incapacitación de Malik, éste último acabó obteniendo la Manzana. Sin embargo, Al Mualim dio una oportunidad de redención a Altaïr, la cual consistía en matar a nueve líderes Templarios por toda Tierra Santa.
Durante su campaña contra Roberto de Sable, Altaïr cambió su actitud, y supo de un complot mayor de lo que se imaginaba, conociendo los verdaderos motivos de los Templarios, la paz mediante la dominación mundial. En la etapa final de su misión por Tierra Santa, Altaïr asesinó a De Sable en Arsuf, que le reveló que Al Mualim era un Templario, y lo había estado utilizando para asesinar a todos sus obstáculos, pues así tendría el poder de la Manzana para él sólo. De vuelta a Masyaf, Altaïr se enfrentó con su Maestro, y mientras Malik luchaba con los Asesinos manipulados por Al Mualim, Altaïr mató al Templario y recuperó la Manzana.
Asumiendo el liderazgo de la orden, Altaïr se convirtió en el nuevo Gran Maestro, empezando a escribir el Códice y a reformar el Credo. Con rumores de un movimiento de los Templarios en Chipre, Altaïr dejó temporalmente el mando de la orden y viajó a la isla para averiguar las acciones de los Templarios. Con ayuda de la antigua Templaria María Thorpe y la resistencia chipriota, Altaïr encontró el Archivo Templario en Lémesos, y dio muerte a Armand Bouchart después de descubrir que los Templarios evacuaron el Archivo de todos sus artefactos.
Años después, Altaïr se casó con María, teniendo dos hijos, y detuvo varios hechos trascendentales, como el alzamiento al poder del caudillo del Imperio Mongol Genghis Khan, o la conquista de la orden de los Asesinos a manos de Abbas Sofian, quien mató a su hijo menor y a su esposa. Al final de su vida, Altaïr construyó en Masyaf una biblioteca a la que se accedería mediante cinco llaves. En 1257, invitó a Masyaf a los exploradores venecianos Niccolò y Maffeo Polo, y les entregó el códice y las cinco llaves en persona. Altaïr murió finalmente ese año, posiblemente durante el ataque mongol.
El Asesino italiano Domenico Auditore creó un santuario para Altaïr y otros grandes Asesinos, donde fue venerado con varias páginas de su códice y armadura. Uno de los descendientes de Domenico, Ezio Auditore da Firenze, reunió todas las páginas del códice y usó su armadura; posteriormente en 1511, Auditore viajó a Constantinopla para encontrar las llaves de Altaïr. La descendencia del Gran Maestro llegó hasta El Elegido, Desmond Miles, el cual visualizó los recuerdos de Altaïr que estaban codificados en sus genes.

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